Castillo Azay-le-Rideau |
A pesar de su tamaño nada lo aleja de ser una de las joyas renacentista del lugar.
El pueblo lindero vive del turismo que atrae al castillo. Un lugar donde se ven pequeños bares, puestos de flores y terrazas muy coloridas.
El castillo esta en medio de una pequeña isla en la mitad del río Indre. En la parte que linda con este pueblo existían edificios dedicados a la agricultura.
En su lugar , a finales del siglo XVII se construyeron dos dependencias simétricas accesibles a través de un patio en forma de media luna y una larga alameda.
Alameda |
Ya en la puerta de Azay, la infaltable foto familiar y a recorrer nuestro primer castillo del día!
Como les comente antes no es un castillo que se destaque por su gran tamaño pero bien vale la pena visitarlo. El jardín que verán en las próximas fotos tiene su historia:
En 1810, los marqueses de Biencourt deciden drenar las praderas para crear un parque ingles con alamedas concentricas, desde las que se pueden ver bien la fachada del castillo. La naturaleza es parte importante del decorado y se plantaron especies venidas desde otros países como cedros del Atlas, secuoyas, cipreses de América y gingkos de Asia.
En 1515, Gilles Berthelot, herederó de la fortaleza construída por sus padres, decidió reconstruirla de manera mas acorde con el estilo de aquella época. Llego a ser el Tesorero de Francia y en 1527 fue acusado de malversación por lo que escapo de la justicia dejando a su esposa sola, al frente de un castillo inacabado.
El rey Francisco I lo donó a Antoine Raffin, y sus descendientes vivieron en sus dependencias hasta que en 1791, Charles de Biencourt lo compro devolviéndole todo su esplendor, suprimió todo vestigio de la Edad Media y creo su propio parque romántico.
La gran escalera ocupa la entrada de honor del castillo, originalmente se encontraba en el eje de la fachada. Tiene tres pisos de galerías coronada por un frente que aumenta la sensación de verticalidad.
Esta escalera fue una de las primeras construidas con tramos rectos en Francia.
La gran escalera |
El salón Biencourt recupero la atmósfera que tenia en el siglo XIX gracias a una importante colección de pinturas, retratos históricos y fotografías de los marqueses y sus esposas.
El salón Biencourt |
En el comedor la mesa está dispuesta como lo hubiese estado durante una cena organizada por los marqueses de Biencourt.
Comedor |
El antiguo paso al jardín |
Próxima parada: Castillo de Langeais
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